En este artículo quiero hablaros de la naturopatía como opción a la medicina convencional, la que todos conocemos, la de las vacunas y los fármacos. Pero antes de poder ofreceros esta opción más acorde con la naturaleza del individuo y, por ende, de su idiosincrasia hay algo mucho más importante a tener en cuenta cuando queremos ocuparnos de nuestra salud.
¿Quieres saber de qué se trata? Es muy sencillo. La responsabilidad. La responsabilidad para con tu vida no solo te atañe a ti. La responsabilidad para con tu salud no solo es un asunto tuyo. Y si quieres que lo sea, sepárate de todas las personas a las que amas y que te rodean. Porque si no te cuidas, si no te ocupas de tu salud, si no te responsabilizas de ella, van a sufrir. Los vas a hacer sufrir. Y eso no es ni amarlos, ni cuidarlos.
Responsabilizarte de tu salud es lo más importante que tienes que hacer. Todos somos caducos. Tarde o temprano, la máquina que es el cuerpo, fallará, por un lado o por otro. Tendrá una pérdida de aceite, faltará una pieza de las que ya no fabrican, o se colapsará algún sistema echando a perder el resto de la fábrica. Es igual, todos morimos. Y más nos vale hacernos una idea clara de lo que significa eso. Porque una cosa es morir, algo que nos va a pasar a todos, dignamente, con una buena vida, habiendo sido de utilidad a los nuestros, habiendo disfrutado de una vejez de paz y contemplación, y la otra muy diferente es estar entubado en la cama de un hospital obligando a los que más nos aman a ir de visita para que no nos sintamos solos, haciéndolos sufrir por vernos en una situación tan penosa. Y todo por no habernos hecho responsables de nuestra salud.
¿Fumas? Premio para ti. ¿Bebes? Ole tú. ¿Te hinchas a comer porquerías? Ríete ahora que puedes. Porque las leyes de la salud, las leyes universales no van a hacer una excepción contigo por guap@. No. Las leyes de la salud son inexorables y te van a juzgar por el mismo rasero que a todo el resto de personas que nos han dejado ya.
Las normas de la salud son muy sencillas: come fruta y verdura, bebe agua, haz deporte, evacua cada día, no albergues malos pensamientos y medita. Si sigues estas directrices estás en el buen camino. Lo que no es tan fácil es quitar el resto de cosas que nos hacen mal. Los malos hábitos. Fumar, beber alcohol, comer carne, frituras, harinas refinadas, no ir de cuerpo, criticar a las personas, la falsedad y no dedicar ningún momento a la introspección. Pero bueno, nadie te obligó a comenzar ninguno de tus malos hábitos, ¿verdad? Hazte cargo. Y no responsabilices a nadie de tus dolencias.
Llegados a este punto solo puedo decirte que, si sigues las normas llanas de la salud, es muy posible que las pequeñas dolencias que vayas apareciendo en tu vida no supongan más problema que lo que conllevan por ellas mismas. Debes tener en cuenta que dejar tu salud en manos de otra persona no parece lo más sensato. Responsabilizarse también quiere decir buscar, leer, consultar a profesionales, contrastar las ideas. Si vas al médico y te dice que te tomes un fármaco y no te lees el prospecto, ¿qué quieres? Esa es tu responsabilidad. Lee el prospecto. Infórmate. ¿Verdad que aprendiste a conducir? ¿O el oficio al que te dedicas? Pues sobre la salud es más importante y más acuciante que nada más en el mundo. Porque una vez te hayas ido ya está, pero mientras sigas aquí, mientras tengas una vida, te toca jugar. No la cagues.
La naturopatía es una rama de la medicina no convencional, no reglada en España pero sí en la mayoría del resto del mundo, con su carrera, con sus colegiados y con su doctorado. Que aquí seamos lo suficientemente aletargados como para no verlo no es culpa de nadie más que nuestra. La naturopatía acoge muchos tipos de terapia. Siempre que busquemos restablecer la salud en un individuo de manera natural, acorde a las reglas de la naturaleza y del hombre, estamos practicando la naturopatía. Es cierto que aparecen modas (que tal como vienen se van) y que le cambian el nombre. Hartos de oír PNI (psico-neuro-inmunología o psico-neuro-endocrino.inmunología), otra manera de decir naturopatía para aprovechar el tirón de la publicidad de algunos que hablan de las heces. Pero, en última instancia, naturopatía. Plantas, nutrientes, minerales, vitaminas, aminoácidos, ácidos grasos... el cuerpo requiere de nutrientes para poder continuar y nuestro deber es proveerlos debidamente.
No te equivoques pensando que porque algo es “natural” no es químico. Todo es química. Los principios activos con los que se trabajan en la medicina natural son los mismos con los que se practican en un laboratorio para crear un nuevo fármaco. A esto, voy a hacer un inciso. Si aún piensas que los fármacos están ahí para ayudarte tienes un serio problema. Los fármacos son la tercera causa de muerte mundial. Las farmacéuticas, con todo su poder, han entendido algo muy fácil de comprender: puedes ser la persona más avariciosa de la tierra que, como te digan que estás enferm@, te vas a gastar todo lo que tienes y lo que no tienes para restituir tu salud. Y como ellos lo saben, ¿qué crees que hacen? Cronificar.
La medicina convencional también se conoce como medicina alopática, que quiere decir que trata el síntoma, no la causa. ¿Y esto que quiere decir? Fácil. Que si te duele la cabeza te da un analgésico que te alivia el dolor de cabeza. Pero que, en cuanto lo dejes de tomar, el dolor de cabeza vuelve. En la medicina natural, en la naturopatía, buscamos la causa. Hígado cargado, tensión muscular, estrés, hipertensión arterial, mala gestión de la histamina, etc. En la naturopatía exploramos los diferentes terrenos en los que se puede cultivar un dolor de cabeza y lo restituimos. De ese modo el dolor desaparece y la persona no depende de nada. En la medicina alopática, en cambio, si dejas de tomar un fármaco (esto es, si te curas) ya no hay negocio. Y eso lo saben las grandes farmacéuticas que tienen pactos con las industrias agroalimentarias que cargan de azúcar y químicos los alimentos y con los ministerios de sanidad que permiten esta pantomima. Pero tu fíate, ya verás lo que pasa.
En fin. La naturopatía tiene respuesta para las dolencias del hombre desde que somos humanos y nos ha traído hasta nuestros días. La medicina convencional, tal y como la conocemos hoy en día, tiene setenta años de vida. Es un negocio y tu salud les importa un cuerno. Cuanto antes seas consciente de ello antes querrás tomar las riendas de tu salud y responsabilizarte. Que tus hijos te vean hacer deporte, meditar, leer, es lo que más felices les va a hacer. Cuidándote les cuidas.
Ya sea física, mental o espiritual, la salud se deteriora cuando aparece un desequilibrio entre estos tres grandes pilares de la vida. Pregúntate si los tienes equilibrados y empezarás a tener una vislumbre de hacia dónde estás llevando a tu salud.
“La salud no es algo que tengas que recuperar. Es algo que no debes perder." Pau Elias
Pau Elias Mondelo
Naturópata y Yogui
Colegiado Nº 3248 ONC Fenaco
AsociatedMember GCRN of UK
Es pot dir més alt, però no més clar!!
Fantàstic Pau